1913. Cada vez más, la exploración de las profundidades de nuestros mares, está siendo un desafío menor para la ciencia. Son los avances tecnológicos, los que han posibilitado este logro. Ello ha permitido incluso el descubrimiento de grandes hallázgos arqueológicos, por ejemplo, la localización de piezas y restos arqueológicos de gran valor frente a la ciudad de Alejandría en Egipto o la enigmática construcción sumergida de la isla de Yonaguni, en Japón.
Fue esa tecnología, a través de los robóts sumergibles, con cámaras y sistemas de medición de diferentes variables, y la inquietud del oceanógrafo Robert Ballard, la que logró el 1 de septiembre de 1985 localizar al mítico Titanic, que por largas décadas se resistía a ser encontrado. A pesar de los deseos de Robert Ballard, de dejar en paz al Titanic, por respeto a tanta gente que murió allí, numerosas expediciones posteriores, rusas, francesas y cazatesoros principalmente, darían buena cuenta de las piezas que aún podían ser recuperadas y vendidas al mejor postor.
El Titanic mandaba una y otra vez una fuerte energía al subconsciente colectivo, como diciendo: «buscadme, buscadme, que tengo mucho que revelaros». Hace unos años, unos especialístas científicos suizos que estudiaron a fondo el casco del Titanic, encontraron unos extraños agujeros en el casco, agujeros que no pudieron ser hechos por un iceberg. Hay que recordar que en las investigaciones que se llevaron a cabo posteriormente al hallázgo de los restos del Titanic, no hubo ninguna conclusión que determinase que el Titanic se hubiera hundido por una brecha ocasionada por el iceberg en su casco, ya que no existía tal brecha en la proa del barco. Indican sin embargo, una «ONDA EXPANSIVA», que soltó todos los remaches por los que se filtraría el agua.
Pero aún hay más. El Titanic, podría haber sido sustituído por su gemelo el Olympic. Asi lo ponen de manifiesto repetidas evidencias. La última de ellas, la revelación de dos letras del nombre Olympic en el casco del supuestamente sumergido Titanic.
En Youtube podemos localizar algunas pequeñas joyas de películas originales sobre el Titanic, en donde vemos como los pasajeros van subiendo al barco, los diferentes compartimentos, las actividades de animación a los pasajeros, etc… Uno de estos films de apenas 7 minutos de duración, fue encontrado entre las pertenencias del superviviente oficial de cubierta Charles A. Nelson a su muerte en 1946 en Argentina. Entre otras imágenes del barco, podemos ver en la parte final del rodaje, algunas imágenes del momento posterior al choque contra el iceberg, cuando lanzan las bengalas de socorro, el agua lo inunda todo y la tripulación en la cubierta prepara los botes salvavidas. Impresionante en esas circunstancias, que tuviera la sangre fria de grabar esas escenas.

La novela de ficción de Morgan Robertson. Recoger esta pieza, junto a otras, recompone el rompecabezas.
No menos impresionante es que en 1898, un oficial estadounidense de la marina mercante llamado Morgan Robertson, escribiera una novela ficticia llamada The Wreck of the Titan, en la que se narra el hundimiento de un barco como el Titanic, con las mismas características y similitudes. Desde luego, cuando menos, es tremendamente sospechoso. Los medios de comunicación de aquella época, se hicieron eco de esta novela, cuando ocurrió el fatal desenlace.
El puzle de la auditoría forense sobre el Titanic, espera ser completado y revelado, cuando los obstáculos a esta investigación desaparezcan. Mientras tanto, la leyenda sobre el misterioso hundimiento del Titanic, construído a prueba de choques contra icebergs, continúa.
En torno al Titanic, el mayor transatlántico jamás construído en su tiempo (1912), girarían una serie de acontecimientos desconocidos por gran parte de nosotros, que marcarían un antes y un después en el devenir de la Historia y en el que perderían la vida importantes personalidades. En ese pasaje hacia la muerte, importantes banqueros, empresarios, constructores y financieros de gran renombre e influencia política, embarcaron en un viaje inaugural que cambiaría los destinos de Estados Unidos, ya que la muerte de un importante grupo de ellos, haría posible la creación de la que hoy conocemos como la Reserva Federal Americana, la FED, a la que muchos se oponían de manera férrea, ya que ello permitiría que los bancos privados tuvieran un poder sobre la economía, que nunca debieron de tener.
“Considero que las entidades bancarias son más peligrosas para nuestras libertades que la fuerzas militares… Si los ciudadanos americanos permiten a los bancos privados controlar la moneda, primero mediante la inflación, y después mediante la deflación, la banca y las corporaciones que proliferen alrededor [de los bancos] despojarán a los ciudadanos de toda la propiedad hasta que sus hijos se queden sin casas en un continente que conquistaron sus padres y a quienes pertenece todo lo que haya alrededor.”
Thomas Jefferson. 3er. Presidente de Estados Unidos. (1801-1809)
CON NOMBRE Y APELLIDOS

John Jacob Astor, el mayor magnate de Estados Unidos en su tiempo. En la exposición que sobre Tesla se está celebrando en Madrid, se pone en boca de John Jacob, declaraciones que él nunca hizo.
En ese hundimiento, perdieron la vida el brillante John Jacob Astor IV, multimillonario y dueño del Empire State Building, en Nueva York, el edificio más alto construído en el mundo en su época. John Jacob apadrinó el trabajo del serbio Nikola Tesla, apoyándolo financieramente en el desarrollo de sus estudios sobre la energía. Nikola Tesla fue el inventor de el radar, el microscopio electrónico, la transferencia inalámbrica (wifi), las bombillas sin filamento (una de ellas lleva ya luciendo durante más de 110 años en el parque de bomberos de Livermore, en California), la radio y lo más impresionante, la transmisión de la energía eléctrica a través del espacio (la energía libre o toroidal), de la que podríamos estar beneficiándonos hoy en dia, si no fuera por estos poderes fácticos que desean detentar el poder sobre los seres humanos y esclavizarnos. (En un futuro, el ser humano, no tendrá que trabajar y se dedicará a realizar tareas más provechosas, orientadas a su crecimiento espiritual y a la ayuda hacia sus semejantes). Aún hoy, de manera descarada, algunas exposiciones sobre Tesla, nos intentan hacer creer, que todo fueron simples teorías sin base experimental alguna.
Benjamín Guggenheim, que fue un empresario americano dedicado a la minería y la metalúrgia y Isador Strauss, propietario de uno de los almacenes más grandes del mundo, llamado Macy’s, fueron otros de los más destacados pasajeros que perecieron en el Titanic.
El banquero J.P. Morgan, financió la construcción del Titanic, junto al empresario irlandés Lord William James Pirrie. «Curiosamente», ambos no embarcaron en el viaje inaugural, uno aduciendo encontrarse mal y el segundo, negándose categóricamente en el último momento a subir.
LA CREACIÓN DE LA RESERVA FEDERAL
En 1913 se produjeron importantes acontecimientos para Estados Unidos, ya que la férrea oposición a la que me referí para la creación de un banco central americano privado, fue conculcada además en una precipitada votación, aprovechando la ausencia de un amplio número de congresistas en el Congreso, con lo que la creación de este banco central privado se aprobó sin apenas oposición, dado que la mayoría de los que estaban a favor de la aprobación, estaban presentes en el Congreso.
La creación de este banco se fraguó tres años antes en una reunión privada de la familia banquera de los Rothschild de Gran Bretaña (de ellos proviene la famosa frase de «dejadme emitir y controlar el dinero de una nación y no me interesará quien haga sus leyes»), de los Warburg de Alemania y de John Pierpont Morgan uno de los mayores banqueros de Estados Unidos, en su residencia privada de la isla de Jekyll, en Georgia, en donde aprobaron la creación del primer banco más importante de Estados Unidos, el First National Bank of New York, principalmente por el partidario esfuerzo del estadounidense Alexander Hamilton; denominándolo posteriormente «Reserva Federal» para darle un aura de semi oficialidad gubernamental, pero de hecho es un banco privado.
Ese mismo año, 1913, el presidente de Estados Unidos, a la sazón, Woodrow Wilson, firmó la delegación y autoridad para emitir el dinero del estado, a un banco privado (la Reserva Federal) a cambio de la financiación de su campaña. Amárgamente afirmaría en 1919: «Soy el hombre más infelíz. Sin saberlo, he arruinado a mi país. Una gran nación industrial es controlada ahora por su sistema de crédito. Ya no somos un gobierno de opinión libre, ya no un gobierno por convicción y por el voto de la mayoría, sino un gobierno dominado por la opinión y la coerción de un pequeño grupo de hombres dominantes».
El 18 de septiembre de 2007, Alan Greenspan, presidente en ese entonces de la Reserva Federal (FED) hizo unas declaraciones ante el periodísta Jim Lehrer, que no dejan lugar a dudas de la naturaleza de esta institución.
Ante la pregunta del periodísta Jim Lehrer:
¿Cual es la relacion correcta, cual debería ser la relación correcta entre el presidente de la FED (Reserva Federal) y el presidente de los Estados Unidos?.
Alan Greenspan:
“Bueno, primeramente, la Reserva Federal es una agencia independiente lo que básicamente significa que no existe ninguna otra agencia del gobierno norteamericano que pueda anular ninguna de las medidas que adoptamos. Mientras este esquema se mantenga vigente –y no existe ningún indicio de que el gobierno o el Congreso o nadie esté pidiendo que nosotros hagamos las cosas de una manera diferente a lo que nosotros consideramos que es correcto– entonces, en verdad, la naturaleza de esa relación es un asunto sin importancia”.
En el año 2012 los medios de comunicación se hacían eco de una demanda judicial presentada por Bloomberg News contra la Reserva Federal, en la que se instaba a que ésta se sometiese a cuanta información se la requiriese, a causa de que como corporación bancaria privada estaba sujeta a la Ley de Libertad de Información. En una estudiada y demagógica respuesta, la Reserva Federal salió airosa del atolladero.
También en 1913 se implantó la denominada decimosexta enmienda sobre el «impuesto sobre la renta», afirmando falsamente que aquella había sido ratificada por la mayoría de los estados de la unión. En 2003, un juez del Tribunal de Distrito estadounidense James C. Fox, en relación al caso de la demanda de Sullivan, afirmaba que «si usted regresara e intentara encontrar y examinar la ratificación de la Decimosexta Enmienda, que era sobre el impuesto interno, el impuesto a la renta, pienso que si usted volviera a examinar eso con cuidado, usted encontraría que un número suficiente de Estados nunca ratificó aquella enmienda».
Nuestros líderes se han rehusado a decir la verdad. Si nosotros que profesamos la creencia en la libertad, no despertamos ante estos sucesos, el mundo estará encaminado hacia un periodo de esclavitud.
Barry Goldwater. Ex-senador republicano y candidato presidencial en 1960 y militar de EE.UU.
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MAN ON WIRE (2008). Maravilloso video sobre la hazaña del funambulísta francés, Philippe Petit, quien en 1974 logró cruzar en un cable de alambre, las distancias entre las dos torres gemelas del World Trade Center, a más de 400 metros del altura.
Publicado en Diciembre de 2013, este artículo ha sido reubicado, publicandose de nuevo.