Cementerio de Père-Lachaise, (PARIS).

Una lona reproduciendo «Los Fusilamientos del Dos de Mayo», de Francisco de Goya, rinde tributo a la Guerra de la Independencia de 1808, en este cementerio parisíno.

Placa conmemorativa de Ntra. Sra. de la Buena Dicha, en lo que antes era Hospital de acogida de enfermos, fundado por la Hermandad de la Buena Dicha en 1594; donde se testimonia la acogida y protección de heridos, niños, ancianos y mujeres del levantamiento de 1808.

Han pasado más de doscientos años desde aquellos convúlsos sucesos, pero año tras año, volvemos la mirada hacia esos hechos históricos que marcaron profundamente la historia de España. Se rinde homenaje a aquellos héroes que perdieron la vida en el alzamiento contra la invasión francesa en 1808. Hubo muchos protagonístas en aquella contienda, que han quedado para la posteridad. Luís Daóiz y Pedro Velarde, oficiales de artillería del cuartél de Monteleón, que prendieron la mecha de la resistencia, que como la pólvora, se extendió al resto de España. Murieron al pie de las puertas de ese cuartél defendiendo el concepto de «patria». Aún hoy, la puerta de entrada a aquél cuartél de artillería se conserva en la Plaza del Dos de Mayo de Madrid. Miles de madrileños anónimos, con armas rudimentarias, incluso piedras, defendieron la identidad nacional.  Tirando ladrillos desde los balcones, ollas de agua hirviendo o aceite, con palos, tijeras y navajas, jóvenes, mujeres y hombres, mantuvieron una cruzada contra el invasor. Desde Móstoles el alcade Don Andrés Torrejón, arengó a sus habitantes a alzarse y declaró por primera vez de manera «oficial» la guerra a los franceses.

Francísco de Goya plasmó de manera fehaciente los «Fusilamientos del Dos de Mayo», cuadro ubicado hoy en el Museo del Prado, en el que se rinde un conmovedor testimonio de una escena de un fusilamiento acaecido en la Moncloa.

En las calles madrileñas hay reflejadas muchas menciones de protagonístas de esas batallas. Espoz y Mina, está inscrito en el Congreso de los Diputados como un héroe más, que contribuyó con el ataque de guerrillas, a desmoralizar al ejército francés. El barrio de Chamberí, debe su nombre a un regimiento francés acampado en la zona, de la región francesa de Chambery. En la Iglesia de Nuestra Señora del Buen Suceso, se narra en una placa, que fué allí donde se refugiaron muchos heridos, ancianos y niños. Agustína de Aragón, en Zaragoza, fué una de las heroínas en la región de Aragón, que prendiendo la mecha de un cañón, consiguió contener a los invasores. Alrededor de toda la geografía española, los actos heróicos se suceden, creando verdaderas leyendas sobre la valentía y el coraje de hombres y mujeres que han pervivido en la memoria hasta nuestros dias: Juan Martín «El Empecinado», la Condesa de Bureta, el General Álvarez de Castro en Gerona.

El daño y saqueo que las tropas francesas hicieron a su paso por la península en el Patrimonio Histórico, es difícil de cuantificar, pero es un hecho real que destruyeron, dañaron y robaron cuanto quisieron. La guerra de la independencia duró de 1808 a 1814 y se saldó con alrededor de 375.000 muertos españoles, que posteriormente se incrementarían con el hambre y la peste. La participación en la guerra de la independencia de los ingleses y portugueses, contribuyó al éxito de la misma. Hasta tal punto de que el general inglés Lord Wellington, fué nombrado general en jefe de las fuerzas españolas y se le otorgó el título de Duque de Ciudad Rodrigo, como reconocimiento.

Fué en el desarrollo de esta contienda, cuando se proclamaron las Córtes de Cádiz y la primera Constitución (1812), precursora de un instrumento de ordenamiento jurídico y político de primer orden.

Hoy es un dia para la reflexión histórica de un pasado común, que vertebró la historia de la península ibérica, fortaleciendo nuestra identidad como pueblo. Pero también un dia de homenaje a todos los que dieron su vida de manera anónima, para hacer realidad este sueño llamado España.

El Cementerio de la Florida, alberga en una fosa común, los restos de 43 madrileños, que fueron fusilados en la madrugada del dia 3 de mayo de 1808 por soldados franceses. En una cripta, bajo una capilla, en dos cajones de plomo y cinc, descansan los restos. En la imágen aparece la entrada a dicho cementerio.