La agricultura transgénica, hace tiempo que se instauró en nuestros campos con la connivencia de nuestros gobiernos. En muchos países europeos, se ha prohibido terminantemente: Francia e Italia son los abanderados de este rechazo por el principio de precaución al desconocerse los efectos que pueda tener sobre la salud humana el consumo de los OMG.

Es una estrategia perfecta para que desde la legalidad, se erijan una serie de multinacionales como por ejemplo Monsanto, que se dedica a la aplicación biotecnológica en los cultivos, e impongan una verdadera dictadura, por la posesión casi en exclusiva de las semillas.

La agricultura transgénica:

– Destrúye nuestra diversidad biológica, seleccionando las mejores semillas y haciendo prácticamente desaparecer a otras variedades menos fuertes.

– Impone un cartél de productores de semillas, haciendo precario el trabajo de nuestro campesinado he imponiendo sus propias políticas de cultivo con las patentes.

– Ejérce un monopolio sobre la comida y sobre lo que comemos, determinando los precios unilateralmente al no existir competencia y al ser estos los que tienen las patentes sobre las semillas.

– Al ejercer un control sobre la comida, lo ejérce también sobre la población, sometiéndola a los dictados de sus objetivos: la especulación y el poder sobre la distribución de los alimentos.

– Se la está relacionando con la desaparición de las abejas.

– Al estar modificados genéticamente, contienen más elementos químicos no naturales, de impredecibles efectos en la salud humana. Cabe mencionar que un grupo de estas grandes corporaciones, llevó a cabo un experimento a través del maíz, modificándolo para hacer estériles a un grupo masculino de personas. El 85 % del maíz en USA, es transgénico.

Se han modificado genéticamente para que sean resistentes a los insectos: el resultado es que estos maíces desarrollan su propio pesticida para que no sean atacados por los insectos. Adivínen quien se come finalmente el maíz, y la repercusión de la toxicidad de estos pesticidas sobre nuestro organísmo a largo plazo. Rusia ha suspendido temporalmente la importación de maíz transgénico de la multinacional Monsanto, tras la publicación de un estudio francés en el que se demuestra cómo a un grupo de ratas a las que se les alimentó con maíz modificado genéticamente, desarrollaron tumores y una elevada tasa de mortalidad. Si se comprueba que el maíz transgénico NK603, no es inocuo, Francia pedirá que se tomen las medidas necesarias para proteger la salud humana y animal, pudiendo llegar a suspender la importación de este maíz por la via de urgencia.

Estas corporaciones especulan con los alimentos en las bolsas internacionales. Esto debería estar absolutamente prohibído. Como ejemplo, esta especulación sobre los alimentos, causó graves hambrunas en Etiopía, por el incremento del precio de los cereales, negando el derecho a la alimentación de los seres humanos en cualquier lugar del mundo.

Cada vez, más extensiones de tierras de países subdesarrollados, están siendo adquiridas por empresas privadas internacionales, privando de sus tierras a las poblaciones locales, para poder subsistir. El objetivo ahora se concentra en Sudamérica y Africa.

En su fantástico blog, Josep Pamies se hace eco de la tragedia que están causando las semillas transgénicas en los agricultores indios, donde más de 20.000 agricultores, se están suicidando al año, sufriendo el gran engaño de estas semillas.  «De pronto se encuentran que no hacen ni el dinero suficiente  para pagar las malditas semillas transgénicas de arroz y algodón y se dan cuenta que a la vez han perdido todas las semillas autóctonas de arroz que tenían , con las cuales sin ningún coste, podían resembrar año tras año, y alimentar como mínimo a su familia».

El asunto no es baladí, sino que requiere toda nuestra atención, ya que es un paso más hacia ese control que poco a poco se quiere ejercer sobre toda la población mundial en todo orden de cuestiones de vital importancia. El engaño y sus consecuencias pueden ser terribles.

El sector primario, nuestra agricultura, puede desaparecer en menos de una década y originar una dependencia alimentaria de terceros países que colocaría a España en una situación de grave vulnerabilidad. Los agricultores han sido abandonados por el Estado, que no defiende políticas de desarrollo agrário. Miles de agricultores se están viendo abocados a la marginación y al abandono de sus cultivos por la falta de rentabilidad que obtienen, debido la imposición de precios. Estas grandes corporaciones, imponen sus precios y hunden la agricultura sostenible y respetuosa con el medioambiente. A esta dificultad de los agricultores para poder salir adelante, viene a sumarse la distorsión en el precio de los productos hortofrutícolas en la cadena de distribución cuando llega al consumidor final.

Cada vez con mayor presión, los agricultores van a verse imposibilitados de sembrar, ya que se van a crear patentes de semillas por parte de estas multinacionales, por las que estos agricultores deberán pagar un alto precio, (se va a intentar que nadie posea semillas, y que las que hayan, sean transgénicas, para que no puedan obtenerse semillas nuevas en las cosechas).

La agricultura modificada genéticamente, es una forma de dominación sobre la población y de control sobre lo que comemos. Algunas comunidades autónomas han decidido libremente no permitir en sus regiones esta agricultura, pero son sólo Asturias y algunas zonas concretas de la Península Ibérica (País Vasco y la provincia de Málaga). No se puede dar ningún poder a las grandes corporaciones sobre los alimentos que tomamos. Este asunto no sólo compete a España, sino que debería de existir una legislación europea que prohibiera este típo de agricultura transgénica a nivel europeo. Portugal, muy dependiente de sus exportaciones para crecer, se vería afectado en sus exportaciones, si una vez España prohibiese los cultivos transgénicos en su territorio, prohibiése la importación de sus productos hortofrutícolas. Y de ningún modo, la intención es perjudicar a terceros países. Por tanto, la prohibición de la agricultura transgénica, debería ser a nivel global de la Unión Europea.

En todo avance aparente de la ciencia, hay que mirar en perspectiva, jugando con el factor tiempo, hasta ver su desarrollo final, pero ello nos obliga a permanecer siempre atentos a como se van desarrollando los acontecimientos. No se trata de oponerse al progreso, pero sí, que el mismo esté sujeto al respeto hacia los más débiles.

No podemos ignorar el asunto de los fertilizantes, que son derivados del petróleo. Resíduos tóxicos que quedan en el refinamiento del petróleo: el fluoruro, el mercurio, el plomo y que son usados en la fabricación de fertilizantes que vierten en los cultivos como el mejor fertilizante. Los cultivos, absorben todas estas toxínas que van a la cadena alimentaria humana, contaminando grandes extensiones de terreno, llegándo al nivel freático de la tierra y contaminando el agua subterránea. Esto se está haciendo complacidamente desde hace mucho tiempo sin que nuestras autoridades sanitarias hayan dicho nada al respecto, sólo mirando hacia otro lado. Priman la producción y los intereses creados, antes que la salud pública.

La Comunidad AVAAZ un importante movimiento ciudadano internacional, ha propuesto una campaña contra los alimentos modificados genéticamente.

Monsanto vs. la Madre Tierra

Video relacionado con este Post en Horizontes Perdidos:

La Especulación Alimentaria.

 

LA POSICIÓN DEL GOBIERNO ESPAÑOL:

 

Estimado Señor,

En relación a su consulta, es la Unión Europea la competente para autorizar los organismos modificados genéticamente (OMG) en territorio europeo.

La legislación aplicable para su autorización es la Directiva 2001/18 de 12 de marzo, sobre la liberación intencional en el medio ambiente de organismos modificados genéticamente y el Reglamento (EC) 1829/2003 sobre alimentos y piensos genéticamente modificados. En dichas normas se especifica el procedimiento de autorización para OMG, que incluye una evaluación por parte de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) que dictamina si es o no inocuo para la salud humana, la sanidad animal y el medio ambiente.

Además está el Reglamento (CE) 1830/2003, de 22 de septiembre de 2003, relativo a la trazabilidad y el etiquetado de los organismos modificados genéticamente y a la trazabilidad de los alimentos y piensos producidos a partir de éstos.

Este marco normativo ha sido traspuesto al ordenamiento jurídico nacional mediante la Ley 9/2003 de 25 de abril, por la que se establece el régimen jurídico de la utilización confinada, liberación voluntaria y comercialización de organismos modificados genéticamente.

Esta Ley, se desarrolla mediante el Real Decreto 178/2004, de 30 de enero por el que se aprueba el Reglamento general para el desarrollo y ejecución de la Ley 9/2003, y que establece que, las competencias que se atribuyen a la Administración General del Estado en la materia, deben ser ejercidas por dos órganos colegiados, el Consejo Interministerial de Organismos Modificados Genéticamente que concede las autorizaciones para las actividades citadas en el título de la Ley y la Comisión Nacional de Bioseguridad, órgano consultivo de la Administración General del Estado y de las Comunidades Autónomas que tiene la obligación de informar a las partes implicadas y al público general de todo lo relacionado con las solicitudes, en especial aquellas cuestiones más relacionadas con la seguridad.

La finalidad de toda esta normativa es salvaguardar la salud humana, la sanidad animal y el medio ambiente. Por ello, una vez autorizado su cultivo a nivel europeo, queda a criterio del agricultor su utilización o no.

En estos momentos, el único cultivo MG autorizado que se cultiva en España es el maíz MON810,  y el principal argumento que esgrimen los agricultores para su elección es el hecho de padecer una elevada prevalencia de plaga de taladro, por lo que utilizar un maíz MG resistente supone una ventaja competitiva.

Finalmente, y desde una perspectiva nacional, es objetivo de este Ministerio el garantizar la libre elección de los agricultores de todas aquellas semillas autorizadas para su comercialización, sean éstas o no MG. Así se pretende una convivencia natural entre la agricultura convencional, ecológica o transgénica.

Atentamente,

SG Medios de Producción Agrícolas y OEVV

DG Producciones y Mercados Agrarios

Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente

C/. de Almagro, 33.

Tel.: 91-347-66-59.