El Bosque de Fuego.

¿Cual es el tiempo?. El encuentro frente a frente entre el Ser Humano y el Universo.

¿Cual es el tiempo?. El encuentro frente a frente entre el Ser Humano y el Universo.

Cuando voy a tomar una fotografía, en la mayoría de los casos me ocurre que nunca consigo reflejar en ella la realidad tal y como es o la estoy percibiendo. Es el ojo observador el que está viviendo ese instante. Y ese instante es irrepetible, aunque desees capturarlo en una fotografía. A veces, estamos tan entusiasmados tomando una fotografía, sumidos en el estudio de su composición, que nos olvidamos de lo más importante, de saborear ese momento.

Sólo por esta vez, tuve conciencia de ello y contemplé un instante de gloria en el que la creación y yo, éramos una misma unidad.

Aún quedan muchos lugares en los que poder encontrar la conexión con el Universo. No hay que irse muy lejos, en busca de nuevos horizontes. Puedes encontrar ese vínculo imperceptible en el lugar más insospechado, pero el requisito imprescindible, es hacer silencio. Silencio interno y silencio externo.

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Como si de un reino ignoto se tratase, podías otear hasta donde la vista te permitía y no ver el final de aquél ser lleno de vida.

IMG_5605[1]Da igual en este momento donde se encuentre este bosque exactamente. Cierto es, que albergaba cierta inquietud, porque el ruído de las motosierras, zumbaba sin cesar por doquier, alterando una atmósfera casi íntima. No exageraría si os dijese que algunos de los árboles que allí habia, tenían una antigüedad de perfectamente más de 800 años. Ya incluso en la época del descubrimiento oficial de América, estos árboles daban sombra en un entorno que era completamente salvaje y sin transformar por la mano del hombre.

Dejádme deciros que hay ya una nueva raza de seres humanos en camino, trabajando silenciosamente, para que esta Tierra, sane de todas sus heridas. Este movimiento es silencioso pero imparable y sintoniza en una misma frecuencia (mismos objetivos, mismos pensamientos, mismas acciones).

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No pude abrazar al árbol!. Mis brazos eran demasiado cortos!

Si, en aquél lugar, todos los pensamientos se diluían y recuperabas toda tu lucidez; la lucidez de vivir el ahora, del Ser sin tiempo. Estamos en plena transformación como civilización, como una crisálida que debe de decidir si toma el camino del cambio de paradigma o continúa con los viejos caminos conocidos. No obstante, se conjugan una serie de hechos inalterables, que como un punto luminoso al final del tunel, vienen a nuestro encuentro. Por tanto, esta vieja y sufriente escenografía, tiene los dias contados, aunque deseen alargar su dominio hasta los estertores. Todo debe derrumbarse para un nuevo comienzo, ya sin las ataduras mentales establecidas subrepticiamente durante milenios. Vayamos al encuentro de una Humanidad renacida!!.