Rescato las figuras de dos de los mejores creadores de escenografías que nuestro país haya tenido. Corresponden a Maurici Vilomara i Virgili (1847 – 1930) y en segundo lugar a Josep Castells Sumalla (1888 – 1966).

Uno de los poquísimos retratos que tenemos de Maurici Vilomara, del autor Ramón Casas.
Maurici Vilomara, perteneciente a la Escuela Barcelonesa de Escenografía, desde muy temprana edad, destacó por su talento en el dibujo, lo que le llevó a dedicarse profesionalmente a ello desde la temprana edad de 18 años. Con sus momentos de luces y sombras, llegó a desarrollar una importante trayectoria artística, hasta 1897 en el que la tragedia por la pérdida de su madre, padre y hermano, lo sumió en una etapa de reducida actividad y silencio. Años más tarde, recuperaría la energía para continuar con algunos proyectos, hasta el incendio en 1915 del Teatre Principal, en el que se vería dañado su taller y con ello su moral.
Sobre Josep Castells Sumalla, apenas hay referencias biográficas de él. Al igual que Maurici Vilomara, fue discípulo de Soler y Rovirosa y trabajó para teatros de Madrid y Barcelona y aunque pintor, se dedicó a la escenografía. Su obra es bastante extensa e incluye láminas y dibujos.

Obra de escenografía de Josep Castells Sumalla.
Viendo las obras de ambos, uno no puede más que admirarse de la belleza y gracia de sus composiciones artísticas. Dan ganas de coger un lienzo y ponerse a dibujar y pintar como ellos hicieran, para posteriormente, con unas tijeras, hacer un recortable que aspirase a aproximarse si quiera a algunas de sus peores obras si las hubiera. Es justo recordarles y resaltar una manifestación artística escénica única que se dió en Barcelona, en las postrimerías del siglo XIX. No sólo se recrean unos paisajes o ambientes tradicionales, sino que el factor fundamental es que consiguen conjugar la profundidad de cada uno de los elementos visuales de la escena, haciendo de ello, unos escenarios únicos, adaptándolos a la trama de la escenificación o incluso, sobrepasándolas con creces, por una suerte de mágico hechizo.

Obra de escenografía de Josep Castells Sumalla.

Obra de escenografía de Josep Castells Sumalla.