La Proéza de Felix Baumgartner

Fue el 07 de octubre de 2012, cuando todos contuvimos la respiración expectantes ante una verdadera osadía. La del austriaco Felix Baumgartner, que desde una altura de más de 39 kms. allá en los confines de la estratosfera, se dejó caer al espacio, para romper la barrera del sonido (1234 kms./h). Aquél salto, si, estaba muy calculado en cuanto a los riesgos, pero a pesar de ello, no dejaba de ser una verdadera locura. Y son esas locuras, las que permíten, que el hombre dé en determinados momentos de la Historia de la Humanidad, saltos de gigante, que lo catapúltan como una tabla de multiplicar, a una nueva toma de conciencia, porque al final, todo consiste en eso, en desarrollar nuestra conciencia.

«Solo intentándolo sabremos si se puede hacer»

   Felix Baumgartner

Creo que, en ese salto que Baumgartner dio, estábamos todos en su mismísimo pellejo y sentíamos si no con la misma crudeza que él, las mismas sensaciones que pudo haber experimentado Baumgartner, aunque estuviera entrenado para no tener miedo a dar saltos desde las alturas. A veces necesitamos recordar en qué planeta tan irrepetible vivimos y la hazaña de Baumgartner, nos recordó la maravillosa joya en la que vivimos. Desde allá arriba, quien tenga la experiencia y el privilegio de poder contemplar nuestro mundo, no verá países, ni ideologías, ni fronteras ni culturas, sino el SER HUMANO como protagonísta de ese mundo. No sólo eso, sino que su propia vida cambiará por completo ante su insignificancia frente a la grandiosidad del espacio y todo lo contemplado.

«Cuando uno está de pie en la cima del mundo, se es demasiado humilde como para pensar acerca de los récords»

Felix Baumgartner

Ese salto, permitió mirarnos de reojo, (mirarnos a nosotros mismos) por un instante, aunque rápidamente volviéramos a nuestra rutina. Mirar en perspectiva, como me gusta decir, en lo que todo se coloca en su correcto lugar y los matices de la vida, a los que apenas prestábamos atención, adquieren de repente fuerza, como si hubieran despertado de un largo letargo.

«A veces tenemos que llegar muy alto para ver lo pequeños que somos».

Felix Baumgartner

¿A qué matices podría referirme?. Al sentido de todo. Al orígen y al futuro que nos aguarda como promesa, puesto que si todo tiene un fín, un futuro nos está aguardando. Ese orígen que aún permanece ocúlto y para el que la mente racional arroja toda clase de hipótesis, para cubrir un hueco que no es capaz de resolver. Ese gran enigma del orígen está unido indisolublemente al enigma del YO. Del Ser. ¿Quién diablos somos?. ¿Cómo es posible que sigamos haciendo mil y una cosas, sin saber aún quienes somos?. Sin aún resolver nuestras preguntas vitales. ¿Sentido práctico quizás?, ¿conformísmo en la ignorancia?, ¿pereza ante el esfuerzo que supone hallar las respuestas?.

Antes de partír para realizar su hazaña, Baumgartner afirmó que «Queremos extender los límites de la Humanidad un poco más». Seguramente, necesitemos aprender muchas lecciones en nuestro hogar, antes de ambicionar expandirnos por el espacio. ¿Cómo podemos pretender expandirnos por el espacio, si tan siquiera somos capaces de resolver los problemas más elementales con los que nos enfrentamos en el dia a dia y que se van repitiendo una y otra vez, incapaces de darles solución?. Y como decía Albert Einstein, «el problema del hombre no son las bombas atómicas, sino su propio corazón».

Baumgartner nos inspira para recordar la cuestión fundamental, que siempre posponemos u olvidamos, o ni siquiera nos planteamos. Seguimos dormidos en ese sueño profundo a punto de romperse en mil pedazos por los acontecimientos que están por llegar.

 
La Grieta

El objetivo del verdadero buscador, es el conocimiento de sí mismo. El viaje a la búsqueda de respuestas, debe empezar por saber quien soy!!.

TRAS LA PISTA DE NUESTROS ORÍGENES

La grieta, como a mí me gusta llamarla, cada vez está más abierta. Es un coladero de constantes evidencias, que van filtrándose en tu cabeza, poniéndo en juego tu capacidad para razonar de manera libre e independiente. En ocasiones las conclusiones rozan la ciencia ficción, no obstante, esas evidencias están ahí para quien desee hallarlas y escudriñarlas. A pesar de que han pasado muchos miles de años desde que se produjeran muchos eventos, algunos de ellos siguen revelándose, trastocándo todo lo que hasta ahora pensábamos que era cierto. Si hemos hallado restos incluso de los dinosaurios, quienes vivieron hace más de 65 millones de años, en ocasiones, una noticia pone todo patas arriba invalidando y echando por tierra todas nuestras más profundas creencias. Vuelvo a citar a George Orwells, quien afirmaba que, «ver lo que está delante de nuestros ojos, requiere un esfuerzo constante». Efectivamente, necesitamos permanecer siempre alertas, despiertos y mantener el sentido crítico, por encima de la visión de las cosas que nos desean imponer. Nada es lo que parece. Hay que distanciarse del «circo» al que asistimos y tomar acción. ¡Caminemos juntos en una misma dirección!. Está amaneciendo después de tanta oscuridad. Es la hora!!.

SI TE HA GUSTADO ESTE POST, APÚNTATE AL NEWSLETTER DE HORIZONTES PERDIDOS PARA ESTAR AL TANTO DE LOS NUEVOS POST QUE SE PUBLIQUEN.

NEWSLETTER HORIZONTES PERDIDOS: