La Última Frontera II. La Exploración de los Océanos.

2010-11-17_1307El océano siempre será una singularidad, porque la vida se manifiesta de manera única y bajo las condiciones ambientales específicas del lugar. Y es la pregunta que trae de cabeza a los astrónomos, que se interrogan a cerca de cómo será la vida en planetas similares al nuestro que alberguen agua. Cualquier paralelísmo, con el desarrollo de la vida en la Tierra, puede ser un camino errado, pero actualmente es la única referencia práctica de la que disponen para avanzar algo y discernir como podría ser.  Aunque no hay verdades absolutas, basta mirar a nuestro entorno más inmediato para darnos cuenta de que toda la vida en la Tierra, está basada en su medio específico y no debería de ser extrapolable a entornos completamente diferentes, en masa, composición de gases, radiaciones, química y otros elementos.

BACTERIAS SIMBIÓTICAS…

Eso es lo que tratan de desentrañar los biólogos en las fuentes termales submarinas. Excepcionales laboratorios naturales, en los que las condiciones de vida son extremas y diferentes a lo comúnmente conocido, pero en las que se han hallado importantes comunidades biológicas, que pueden sobrevivir y están adaptadas al medio. Estos organísmos se alimentan de manera completamente diferente a como lo hacen los animales. No tienen boca!. Su sistema de alimentación está basado en lo que se llama Chemosynthesis, o simbiosis por quimiosíntesis: usan la química termal (azúfre, sulfuro de hidrógeno y otros compuestos químicos), para producir vida orgánica. Esto es impresionante, y no hace falta irse a buscar vida a planetas lejanos para preguntarse si serán muy diferentes a la vida en la Tierra. Obviamente si!. La particularidad de las fuentes termales diseminadas a lo largo de las dorsales oceánicas, es que albergan cada una de ellas, comunidades biológicas diferentes!, que no obedecen a un mismo patrón. Sin embargo existen también comunidades biológicas en fuentes frias (expúlsan metano y gas sulfhídrico) que tienen una alimentación quimiosintética pero también en la cadena trópica (alimentos orgánicos), en menor medida.

LAS ZONAS ABISALES…

La llamada zona abisal comprende la franja oceánica que va desde los 3.000 a los 6.000 metros de profundidad. Igual de desconocida que la zona profunda (a partir de los 6000 metros), pero sin embargo con contínuos hallázgos de especies abisales nuevas, que son por tanto «raras» y se caracterízan por tener pocos individuos y una importante grupo luminiscente. Su alimentación depende de las partículas

Kiwahirsuta

Kiwa Hirsuta
Lo llaman el «Cangrejo Yeti» y fué descubierto en las cercanías del sur de isla de Pascua, en aguas del Pacífico sur, a 2.200 metros de profundidad en una zona cercana de fuentes hidrotermales, por una expedición científica del Monterey Bay Aquarium Research Institute de California. Las pinzas de esta nueva especie, están recubiertas de filamentos sedosos llenos de colonias de bacterias cuyas funciones, los cienfíficos aún están tratando de determinar. No tiene ojos.

de materia orgánica que les caen desde la superficie de manera estacional, con algunas especies depredadoras.

Las exploraciones del océano profundo están enfocadas hacia el hallázgo de nuevos hábitats, nuevos procesos fisiológicos, nuevas especies y el desarrollo de un censo metagenómico, ya que el coste de secuenciación del genoma, ha disminuído significativamente en una década. Estos ecosistemas se caracterízan por una escasa cadena trófica, una oscuridad total, bajas temperaturas y un medio sometido a altas presiones. A pesar de ello, la vida en este ambiente tan difícil abunda, encontrandonos organísmos heterotróficos, microplancton en forma de criaturas ciliadas, flagelados y zooplancton.
El último descubrimiento insólito es la presencia de células fotosintéticas, aquellas que transforman la energía solar para liberar oxígeno… y que ha dejado desconcertados a la comunidad cienfífica. (¡Qué diablos harán estas células fotosintéticas en una oscuridad total!). Algunas células de este tipo a través del sulfuro de hidrógeno, liberan azúfre en vez de oxígeno…

LA CONEXIÓN DEL OCÉANO CON EL CLIMA.

Podemos decir que sin el océano, no existiría el clima tal y como lo conocemos. Es el océano, gracias a su evaporación, el que determina la formación de nubes y la dinámica atmosférica. La atmósfera y el océano son consustanciales. El uno no podría ser sin el otro. Son parte de un mismo proceso.

PÉRDIDA DE OXÍGENO EN EL OCÉANO Y ACIDIFICACIÓN…

Desde 1980 se está incrementando en un 0,4 la acidificación de los mares. Si pensamos en la vastedad del océano, eso es muchísimo. Pero es que según las estadísticas de previsión, a finales de este siglo será de entre un 1 y un 7% más.  El océano es un regulador del CO2 de la atmósfera, reteniendo en sus aguas 1/3 del mismo. Cuanto más fria esté el agua, más retendrá este CO2. Conforme el clima global aumenta de temperatura, si la temperatura del océano es más caliente, libera más CO2 a la atmósfera, con lo que el efecto de calentamiento climatico se acentúa. Toda esta dinámica de interacción, está en un frágil equilibrio que la civilización está

Acidez-aguas-disuelve-conchas-caracoles-en-los-mares-rodean-Antartida

Algunos seres vivos del medio acuático están teniendo ya problemas para formar sus caparazones, que ahora son mucho más frágiles y finos, por la reducción de los iones de carbonatos.

rompiendo con la contínua emisión de gases de CO2 a la atmósfera. Esta acidificación progresiva, podría provocar una reducción significativa del fitoplancton de los océanos, que son los que crean el 70 % del oxígeno que respiramos. Los organísmos vivos con estructuras calcáreas, están sufriendo las consecuencias de este incremento de la acidificación. El vapor de agua emitido a la atmósfera por el océano, contiene partículas en suspensión que posteriormente se transforman en núcleos de condensación de nubes. Gracias a éstas partículas en suspensión que lanza el mar en la zona atmosférica inferior del océano (red de Neuston), y a las propias partículas del aire, que pueden ser transportadas a más de entre 4000 y 6000 kms. de distancia a través de las corrientes de aire, como polvo, pólenes, partículas de hollín (no naturales), ácido sulfúrico, partículas orgánicas polímeras, sal, partículas orgánicas enteras, compuestos volátiles, azúfre, nitrógeno, iones, compuestos de sulfuro producidos por el placton; se forman las nubes. Son estas mismas nubes las que contribuyen decisivamente a reflejar la radiación solar enfriando el planeta.

Existe una gran abundancia de baterias en la atmósfera superficial, que son una potencial amenaza por el transporte de patógenos que puede suponer. En 1999 se detectó en Uganda la llamada roya del tallo, que afectó a las tres principales variedades de trigo que se cultivaban allí. La posibilidad de bioterrorrísmo es un hecho, pero también del bioterrorrísmo económico, con falsas alarmas como las que provocó la H5N1 la famosa gripe de hace unos cuantos años que fué una gran farsa, que no perseguía otra cosa que dar salida a los stocks de inyecciones de laboratorios.

Estamos sumidos en un sueño profundo e hipnótico, para no romper con la dependencia energética de los combustíbles fósiles. Pero este sistema energético que tantos daños está causando en la Tierra debe ser revocado ya con nuevas energías limpias muy alejadas del afán de lucro que las actuales tienen. No sólo hay que cambiar de fuentes energéticas. El cambio va más allá. Es un cambio de paradigmas (de creéncias), en el que todo lo que pensábamos que era cierto, ha sido desenmascarado. Un cambio fundamental de conciencia, basado en una nueva forma de entender la Vida, en el que esas enfermedades como la avaricia y la codicia, no pueden tener lugar ya en la faz de la Tierra. La presión ejercida por los lobbys energéticos y los gobiernos para que este salto cuantitativo y cualitativo no se produzca, es una verdadera batalla oculta diaria.

«Bajo la superficie del mar, nada es como era y nunca volverá a ser igual»

 

Los posts La Última Frontera I y II, han sido redactados en base a los últimos descubrimientos desvelados en el Simposio Internacional celebrado en Madrid este mes de junio en la Fundación Ramón Areces: «La exploración del océano: logros y desafíos».

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Sobre la acidificación de los océanos incluímos este video: