Lo siento, pero… China no es un socio fiable!.

PLACA.

Imagen de la placa de la representación diplomática de la Embajada de la R.P. China en Madrid.

Este Post inicialmente íba a informar exclusivamente de la persecución que el Gobierno de la R.P. China, lleva a cabo contra un gran grupo de personas en China, que practican una tradición ancestral de meditación y ejercicio llamada FALUN GONG que se remonta a hace mucho tiempo atrás.

No sólo la persecución y encarcelamiento por cuestiones religiosas, sino el asesinato de personas que piensan de diferente manera es harto frecuente. Pero como digo la sorpresa viene dada en que en realidad, la trata de seres humanos, ya sea para explotarlos laboralmente, como objeto de explotación sexual o para la obtención de órganos con los que traficar en el mercado ilegal de tráfico de órganos, desgraciadamente es muy común y no sólo se circunscribe a China. China es la la cara más visible del problema. Es el desconocimiento a fondo sobre este tema, lo que produce esta visión sesgada del asunto.

En el mundo, según fuentes de la Comisión Europea, existen 20.900.000 personas que son víctimas de la trata de seres humanos y Europa no está al márgen de estas actuaciones criminales, en la que se contabilizan cientos de miles de víctimas. La Unión Europea, consciente de la gravedad del problema, a priorizado su lucha con el llamado plan «4P» en el que se recogen los cuatro ámbitos de respuesta para combatir estos crímenes:

La Prevención:

Con medidas policiales para disminuír la demanda, la concienciación y la formación especializada sobre cómo ofrecer ayuda a este tipo de víctimas.

La Persecución de Criminales:

Incluídos ciudadanos de la Unión Europea, que gracias a nuevas leyes penales, pueden ser condenados por delitos cometidos fuera de Europa.

Protección de las Víctimas:

Mediante el apoyo legal, médico y su integración social.

Cooperación:

En la lucha contra la trata de seres humanos entre todos los países europeos, armonizando la legislación penal. Para ello, se ha asignado un coordinador europeo para intentar garantizar que las políticas que se lleven a cabo para combatir esta lacra, sean coherentes y coordinadas en toda la Unión Europea y no sólo en ella, sino requiriendo la colaboración de otros países para afianzar esta lucha.

CHINA:

La diferencia significativa que hace que China acapare nuestra atención, es la manera totalmente impune con la que el gobierno chino practíca esta trata de seres humanos, con leyes rasas, interpretaciones jurídicas poco rigurosas y la presión sobre las víctimas para que no se denuncien estos hechos.

La violación de derechos humanos en China tiene una larga tradición. Ya durante la invasión que se produjo el 7 de octubre de 1950 del Tibet, supuso un verdadero holocausto para el pueblo tibetano, masacrado, obligado a trabajos forzados, recolonizado por el ejército invasor y destruída su cultura. Pero no sólo el pueblo tibetano fué objeto de destrucción sistemática, sino la cultura tradicional China, con más de 5000 años de historia, así como la supresión de las creencias y los valores culturales. Nos enfrentamos aquí con un sometimiento del pueblo chino, al que se le ha privado de su propia libertad de pensamiento, el férreo control de la conducta de cada persona en la que te dicen lo que es correcto y lo que no es correcto a la vista de los postulados del Partido. Incluso, se creó la llamada 610 «Oficina de Exterminio», que dirige los centenares de campos de trabajo que se crearon.

Cuando me enfrento con la constatación de una injusticia, puede ser muy atrevido mirar la paja en el ojo ajeno. Decía el escritor ruso Tolstoy, que «Todos quieren cambiar el mundo, pero nadie piensa en cambiarse a sí mismo». Esta frase, a veces me atormenta, porque soy consciente de ella y de saber que aún me queda un largo camino que recorrer para sentir una integridad moral intachable.  Pero ello, no es óbice para que sienta la imperiosa necesidad de no mirar hacia otro lado y no ponerles las cosas fáciles a quienes abusan de su posición de fuerza, para doblegar la libertad de los demás. Estas violaciones de todo orden de derechos, se producen constantemente. En ocasiones, uno siente que todo está perdido, que no hay nada que hacer. Pero el hecho mismo de quedarse impasible, es ya una elección clara hacia la derrota. Y la derrota, no debería de existir en nuestro vocabulario. Pensar que, «pudimos hacer algo y no lo hicimos», nos coloca en una posición de gran responsabilidad.

Que hayamos asumido esta violación sistemática de los derechos humanos en China, no significa por ello que sea aceptable bajo ningún concepto. ¿O es que aún no lo hemos asumido?. ¡Lo hemos asumido!, bajo el concepto del comercio internacional. China no puede ser un socio fiable, cuando no garantiza la defensa de los derechos humanos en su propio país. Sencillamente, no puede garantizarlos, porque considera a las personas desprovistas de derechos, sujetas a las actuaciones arbitrarias que los funcionarios de turno ejerzan sobre sus vidas, sin responder ante nadie. Hemos antepuesto los intereses económicos a los valores que tanto consagramos en nuestras Constituciones. Vivímos en la diaria hipocresía. Más tarde o más temprano, tendremos que pagar la factura.

Siguen siendo un disparate las noticias que nos llegan de China constantemente sobre este tema. Lo último, que funcionarios del régimen buscan sexo con niñas, en una extraña asociación de locura, que vincula dichas prácticas con ascender internamente en el partido comunista. Suena kafkiano pero tremendamente real.

Cuando escribo algunos Post, me causa intranquilidad que lo que diga, esté errado o no esté sujeto a la verdad. Que pueda perjudicar sin ningún fundamento a terceros. Intento contrastar la información que me llega con otras fuentes. En éste caso, esta información sobre la persecución, los trabajos forzados en campos de internamiento (al más puro estilo nazi), la tortura, el asesinatos de personas para obtener sus órganos internos y venderlos en mercados de transplantes al mejor postor, se hace reiterativa a través de diversas fuentes. No es una campaña orquestada ni mucho menos contra China por grupos «disidentes» o «malos amigos de China», sino que responde a unos hechos.

La impresionante noticia sobre la persecución de un grupo de practicantes de Falun Dafa, me llegó de forma casual cuando andaba por la calle y un ciudadano de origen asiático, exponía en unos desplegables, unas fotos en las que se apreciaban muestras de torturas de personas. Tuvo la amabilidad de informarme y ponérme al corriente de todas las tropelías que el Partido Comunísta de China está llevando a cabo con sus ciudadanos.

Sin duda alguna, la matanza ocurrida en la Plaza de Tiananmen en 1989, ha marcado un antes y un después en la Historia reciente de China, y lo ha marcado para quedarse y no olvidar nunca lo que ocurrió. Esa mecha, ha prendido para no apagarse nunca. Millones de personas despertaron de su prisión de miedo y empezaron a pensar de forma libre, reclamando sus derechos como seres humanos. Esos derechos son inherentes a la persona en cualquier lugar del mundo, independientemente de su raza, religión, sexo, nacionalidad o condición: es la familia humana, por encima de ideologías, fronteras, razas.

Ahí están las autoridades chinas, limitando a sus ciudadanos el acceso a una información ilimitada en internet, por miedo a que vayan a tomar conciencia de su verdadero poder. También ahí están, lanzandose a la carrera espacial con esos valores que «representan tan magníficamente a la Humanidad».  Con respecto a este tema en concreto, China planea hacer una base espacial en la Luna. Cuando menos es tremendamente sospechoso que los Estados Unidos, desde que en 1972 enviaran allá el Apolo 17, no hayan vuelto para allá. Y también ahí están, deslumbrando con su expansión económica en Africa y otros países, que lo que están causando es una esquilmación de los recursos naturales de las naciones y una destrucción sin precedentes del medio ambiente. El saqueo no cesa en nuestro planeta.

Se vuelve a repetir en muchos países: Costa Rica, Nicaragua, Estados Unidos, China… los gobiernos no representan a sus pueblos. Hay una oculta y abismal distancia entre lo que hacen los gobiernos con la confianza depositada de sus ciudadanos y lo que la ciudadanía desea.

La persecución de ciudadanos (qué bonita esta última palabra y cuanto se la echa de menos en países que no conocen su significado), se intensificó en 1999 por expreso deseo de Jiang Zemin, que ordenó la erradicación de personas que supusieran una amenaza para el Partido. Desde entonces, los líderes del partido comunísta ha utilizado toda clase de medios para eliminar a estas personas que practican el Falun Gong: acusaciones sin fundamento, violencia sin límites, persecución, asesinato.

Se calcula que 3.620 personas han sido asesinadas bajo torturas en los campos de exterminio hasta la fecha de hoy, pero se estima, que el número real, puede ser superior a las 20.000 personas.

Más de 500.000 personas detenidas ilegalmente sin procesos ni garantías judiciales; más de 200.000 retenidos en campos de exterminio y más de 2000 internamientos en hospitales mentales para socavar su cordura.

Elaboran listas de enemigos de China, alrededor del mundo.

 

LA ESPERANZA:

A pesar de estos datos tan demoledores, hay motivos para la esperanza, a través de las denuncias de estos hechos. Así, a finales de 2004 el diario independiente «The Epoch Times»* publicó unos artículos con el nombre de «Nueve Comentarios Sobre el Partido Comunista», que tuvieron mucha repercusión y desvelaban las prácticas intimidatorias y de persecución y asesinato que practica el PCCH. Pero lo más importante y que me gustaría destacar, es que muchos miembros del PCCH, están renunciando masivamente al Partido, desde la publicación de esta serie de artículos en este diario. A finales de 2012 había ya 127.586.228 miembros del partido que habían renunciado. Y ese ritmo se mantiene diariamente en 60.000 nuevas renuncias. Diversos abogados independientes alrededor del mundo, están llevando a cabo acciones judiciales para que los responsables de este genocidio, sean llevados ante los tribunales y respondan de sus crímenes, en un proceso similar al de Nuremberg de 1942.

EL TRÁFICO DE ÓRGANOS HUMANOS:

En el llamado informe de investigación «Cosecha Sangrienta» llevado a cabo por el abogado de derechos humanos David Matas, y el exmiembro del Parlamento canadiense, David Kilgour, denuncian que han habido y continúan practicandose por parte del régimen político gobernante en China, sustracciones masivas de órganos a practicantes de Falun Gong sin su autorización, sometidos a trabajos forzados en campos de trabajo donde se les realizan exámenes médicos que no tienen otro objetivo que sustraerles sus órganos, para cubrir la ingente demanda en el mercado negro de transplantes.

Así mismo, el documental realizado por el periodísta y fotógrafo Du Bin, en el que se mostraba las extremas condiciones en los campos de trabajo forzados chinos y llamado «Mujeres sobre Cabezas de Fantasmas», le costó la encarcelación a dicho periodísta, como así reconocieron las autoridades chinas este 13 de junio pasado. Du Bin, además de ser un fotoperiodísta, es un activísta de los derechos humanos. Las últimas noticias que tenemos sobre Du Bin, es que fué liberado a primeros de Julio y se encuentra en su casa.

http://www.youtube.com/watch?v=b0UqhUct704

EL FALUN GONG:

El sólo hecho de nombrar esta práctica, provoca sarpullidos a las autoridades chinas. Es una práctica tradicional china que está perseguida desde 1999 y que promueve la salud física y los valores personales como la verdad, la benevolencia y la tolerancia, principios fundamentales en los que se basa la enseñanza de Falun Gong.

Los practicantes intentan en su vida diaria llevar a la práctica estos principios tanto a nivel personal como en las relaciones con los demás. Los libros y materiales demostrativos se pueden descargar gratuítamente a través de internet. Es una práctica libre y gratuíta, que no obedece a ninguna organización, atadura o ideología política. Sólo en China hay más de 100 millones de practicantes, aunque alrededor del mundo también se cuentan por millones.

Para saber más de la práctica Falun Gong o también llamada Falun Dafa, puedes visitar la web http://www.falundafa.org/

Para condenar estos crímenes, puedes visitar la web www.apoyofalundafa.org

 

* The Epoch Times

Cada mes «La Gran Época», del periódico The Epoch Times, al que nos referimos en éste Post, que publicó una serie de artículos sobre el Partido Comunísta Chino, bajo el título de «Nueve Comentarios Sobre el Partido Comunísta», está en circulación de manera gratuíta a través de diversos puntos de distribución. Últimamente, para sorpresa de muchos, están apareciendo publicaciones con una gran calidad en los artículos que publican. Un trabajo de investigación de gran rigor, de compromiso y de denuncia al que felicíto desde estas lineas.

www.lagranepoca.com

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