Nyiragongo, un volcán a punto de explotar sobre 1 millón de habitantes.

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Imágen del cráter del Nyiragongo y el lago de lava fluída. Es de los pocos volcanes en el mundo con un lago de lava en el interior del cono. El volcán se encuentra a escasos 20 Kms de Goma.

En ocasiones cuando estoy soñando y despierto, tengo la sensación de entrar en otro sueño, como decía Calderón de la Barca, quizás la vida también sea un sueño. Estoy casi seguro de que así es, porque andamos dormidos. Algunas veces, de forma terrible, los acontecimientos suelen repetirse. ¡Olvidamos con tanta facilidad el pasado!.

En 1977 el volcán Nyiragongo, situado en la República Democrática del Congo, entró en erupción vomitándo una gran cantidad de lava que quedó a las puertas de la ciudad de Goma. 2.000 personas dejaron su vida. En realidad Goma no es una ciudad, sino un gran campo de refugiados surgido a raíz de los conflictos étnicos que desde hace más de 20 años, han sacudido a la región. Más de 20.000 soldados de la ONU, están desplegados por la zona para salvaguardar un poco de humanidad. En 2002 el volcán volvió a despertar y arrojó esta vez directamente a la ciudad de Goma, toneladas de lava y ceniza que cubrieron la base de los edificios allí construídos hasta en más de séis metros de altura. Aunque los muertos de manera soprendente fueron relativamente pocos (50 según las estimaciones que se hicieron), hubo un éxodo masivo a otros campos de refugiados situados en Ruanda. Esta zona ha estado olvidada durante décadas por los volcanólogos como consecuencia de los enfrentamientos armados, pero en los últimos años, la comunidad cienfífica ha hecho grandes esfuerzos por conocer más la génesis de este volcán y su evolución futura. Han llegado a importantes conclusiones, dando la voz de alarma sobre una tercera erupción que se espera.

El Nyiragongo no es un volcán típico, sino que reúne una serie de características, que lo hacen diferente de otros volcanes activos. Es el único que tiene en su cono un lago de lava liquida ardiente. Los científicos han constatado que cuando el cono se va llenando de esta lava líquida, alcanza un punto crítico en el que el volcán entra en erupción. También han comprobado que la región está plagada de fisuras, incluída la base del volcán, con lo que se puede afirmar que la misma ciudad de Goma, descansa sobre una gigantesca zona sismica, en la que el Nyiragongo es su cara más visible.

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El cono del Nyiragongo está llenándose de lava fluída. Un indicio de su posible entrada en erupción.

Para empeorar todavía más si cabe la cosa, Goma se encuentra a orillas del lago Kivu. Este lago, alberga en su seno, millones de metros cúbicos de metano y dióxido de carbono disueltos en sus aguas. Un terremoto sería la chíspa que prendería la liberación de una nube de gases mortífera, que además en contacto con el calor de la erupción, prendería haciéndo del lugar un infierno en el sentido más literal de la palabra, sin olvidar los tsunamis que aparecerían en el lago Kivu como consecuencia de los temblores de tierra, que no dejarían a nadie con vida, porque la población no dispondría de tiempo para reaccionar y ponerse a salvo.

Ahora mismo esta zona está jugando con la muerte misma y tiene todas las apuestas para perder. Es necesario que las organizaciones internacionales, hagan algo más que tener una presencia de «invitados de piedra» en esta zona en conflícto. Se requiere más compromiso activo para cambiar esta trágica historia en la región. Compromiso de quienes han tenido un papel histórico en la región, como Bélgica o Alemania. El compromiso que llevó a Francia a actuar en Malí. Los científicos saben a ciencia cierta de la alta probabilidad de que suceda una gran tragedia en Goma. Es hora de actuar, para que después no haya vacuas lamentaciones e ingentes recursos movilizados para asistir a una emergencia descomunal intentando lavar las conciencias del mundo desarrollado. La primera de las medidas, la EVACUACIÓN.

Llegados aqui, me pregunto si habrá interés en salvar a ese millón de desamparados que habitan Goma. Tengo que deciros, con toda la crudeza de la respuesta, que por parte de los gobiernos occidentales, no. Si llegamos al punto de mostrar indiferencia hacia ese millón de personas, creo que estaremos todos perdidos.