«Para conocer a los hombres, hay que conocer sus dioses; pero los hombres ocultan cuidadosamente a sus dioses verdaderos»
Paul Valéry
¡Persuasión!. Esta palabra ha moldeado todo el comportamiento del ser humano desde que la Humanidad ha existido. Para bien o para mal. Lamentablemente más para ejercer el control e influencia sobre la voluntad de las personas de una manera interesada, que para contribuir a su crecimiento como personas. A pesar de ello, creo que todo sucede de manera perfecta, como el único camino para llegar a ese fin u objetivo final que es tomar conciencia de la realidad. Porque quizás, sin esos obstáculos, no podríamos crecer y avanzar y obtener un mayor discernimiento de esa realidad en la que vivimos.
Esa persuasión se ha ejercido una y otra vez, modificándo los patrones conductuales que de forma natural y espontánea, tendríamos ante determinadas situaciones. Se ha hecho de manera soterrada, directamente, o a través de leyes que nos coartan.
La mayoría de las veces, esa persuasión se convierte en coacción, o en amenazas, o en un peligro real a la integridad de esa persona que defiende una postura, basada en una profunda convicción ética.
Aquí quisiera mencionar el caso de dos ciudadanos españoles, que en diferentes ámbitos personales, han desafiado al sistema corrupto del estado español, y ya lo llamo directamente así, sin eufemísmos, por las constantes obstrucciones que una y otra vez, a través de leyes hechas a su medida, imponen para evitar alcanzar un mayor grado de normalización y transparencia democráticas.
ALFONSO FERNÁNDEZ
Detenido mientras se disponía a participar en la huelga general que se produjo el 14 de noviembre de 2012 en Madrid, en la que se protestaba por las politicas de austeridad aplicadas por el gobierno español; se le acusó de ser el propietario de una mochila conteniéndo material explosivo. Esa mochila fue sacada de un matorral por un policía de paisano y «adjudicada» a Alfonso Fernández, como propietario de la misma, para de esta forma incriminarlo en un delito de tenencia de explosivos, castigado con penas de cuatro a ocho años de prisión en el código penal.
Alfonso Fernández no es un chaval cualquiera, sino una persona que a sus 21 años, tiene una impresionante conciencia de lucha social detrás.
A raíz del llamado Anteproyecto de Ley de Seguridad Ciudadana, impuesto en el Parlamento por el Partido Popular y aprobado ayer definitivamente con la oposición de todos los grupos politicos, se considera el testimonio de un policía como una prueba en un juicio. Una aberración más de tantas, que viola el principio de presunción de inocencia de todo acusado, además de el libre ejercicio de sus derechos y libertades, como es el derecho a manifestarse y el derecho a la libre expresión de ideas. El juicio, que debía celebrarse en el mes de octubre de este año, se aplazó hasta noviembre, por no presentarse los policías que acusaron a Alfonso de la posesión de esta mochila. En esta mochila, no se encontraron huellas algunas de Alfonso.

Momento del encuentro de Alfonso Fernández con su madre Elena Ortega, tras permanecer más de dos meses en prisión.
Alfonso fue encarcelado durante 56 dias sin juicio ni condena previos, hasta que la presión popular consiguió su liberación el 9 de enero de 2013. La nueva fecha del juicio, será en Noviembre. Estaremos muy atentos a este juicio, porque en él todos vamos a ser Alfonso. Y esperamos una sentencia ejemplar que no sólo condene a estos agentes de policía por falso testimonio a una pena de 6 meses a dos años de prisión como marca el Código Penal, sino a su total inhabilitación para ejercer como agentes de seguridad. Además, el Estado, debe indemnizar a Alfonso por los 56 dias pasados en prisión.
El diario electrónico «ElDiario.es» publicó un entrevista excepcional con Alfonso, que enlazo en estas lineas.
Ningún miembro de los cuerpos de seguridad del estado puede sustraérse a las leyes, sino que debe someterse a las mismas leyes a las que los demás ciudadanos están sujetos. Esto incluye el carácter probatorio de sus acusaciones. La ley es igual para todos.
«QUEREMOS DIFUNDIR UNA IDEA CLARA:
NUESTROS HIJOS NO SON DELINCUENTES, ESTÁN EDUCADOS EN UNOS VALORES. SON INTEGRANTES DE LA CLASE TRABAJADORA, TIENEN UNOS PRINCIPIOS Y UNA IDEOLOGÍA (…) HAY UNA PERSECUCIÓN Y UNA INTENCIÓN DE CRIMINALIZAR A LOS JÓVENES QUE LUCHAN POR SUS DERECHOS».
Elena Ortega. Madre de Alfonso Fernández.
Pensé que la típica escena de las películas americanas de procesos judiciales en los que la parte acusatoria intenta negociar con un inocente para que acepte su culpabilidad a cambio de menos años de prisión o incluso de la cadena perpétua, sólo sucedía en ese país, pero esa «persuasión» de la que hablaba, ocurrió también en el caso de Alfonso, con los policías amenazándoles con acusarle de tenencia de explosivos, si no colaboraba dándoles información.
*Las últimas noticias sobre Alfonso, han sido que ha sido condenado a 4 años de prisión por tenencia de explosivos, al considerarse probado que en la jornada de huelga del 14 de noviembre de 2014, portaba en una mochila un artefacto casero susceptible de producir daños. Alfonso afirmó que recurrirá la sentencia ante el Tribunal Supremo. Alfonso cumple actualmente un año de prisión por resistencia a la autoridad, con amenazas a la policía y con el agravante de estar bajo los efectos de sustancias psicotrópicas (drogas), un antecedente que desgraciadamente desautoriza, o cuando menos, pone en duda, todos los argumentos esgrimidos a su favor. No obstante a todo esto, una actuación precedente (antecedentes penales), no debería de influír en la presunción de inocencia que toda persona debe de mantener ante una acusación. Las acusaciones hay que probarlas, en igualdad de derechos. La policía por ser autoridad, no puede tener más credibilidad que los ciudadanos en las acusaciones. Deben aportar pruebas fehacientes. Todos somos iguales ante la Ley.
LUIS GONZALO SEGURA
Otro excepcional caso y digo excepcional, por la importante repercusión que su acción tiene para su carrera profesional, es la del militar español Luis Gonzalo Segura, quien ha denunciado las irregularidades que en el seno de las Fuerzas Armadas Españolas existen. Ha antepuesto la dignidad y mejora del estamento al que representa, a sus propios intereses personales. No ha sido el primero ni lo será, hasta que el estamento militar se depure. Vuelvo otra vez sobre lo mismo. Antes que militares, los componentes de los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, son ciudadanos, y no es posible que renuncien a sus derechos y libertades, como el derecho a manifestarse ó a expresarse libremente, si no estamos hablando de que vivamos en un estado totalitario. En una democracia, todos somos iguales ante la ley, en cuanto a derechos y en cuanto a obligaciones. El testimonio de este militar honra a los componentes de las Fuerzas Armadas, que en su gran mayoría son unos excelentes profesionales y tienen el respeto y la admiración del pueblo al que sirven. Personifican la defensa de los valores democráticos en un país que cada vez lo va siendo menos y son una esperanza para que se produzca una regeneración democrática de las instituciones, desde la raíz, como todos los ciudadanos están reclamándo una y otra vez, sin subterfugios ni medias tintas.
Reiteradamente ha sido ignorado por la «Justicia Militar»en sus denuncias de irregularidades, usando primero los cauces internos de subordinación para hacer llegar las denuncias, posteriormente denunciandolo via civil y finalmente en los medios de comunicación, ante la pasividad de los jueces en llegar al fondo de la cuestión. Cierran el caso directamente sin querer mojarse. ¿Cómo van los ciudadanos a creer en la independencia de la Justicia del poder politico?.
http://www.youtube.com/watch?v=E9FPLXeUnpw
Fue a raíz del inventario de un determinado material informático, que constató que habia grandes desfases entre lo que se pagaba por un servicio contratado y el servicio que realmente se tenía. Había cuatro o cinco millones de euros de desfase. Podríamos pensar que fue un hecho puntual, pero lo cierto es que el alto estamento militar sigue en su atalaya, no sujetandose a normas democráticas ni a control alguno de nadie. Por ello, Luis Gonzalo Segura, está solicitando que se haga una auditoria de las Fuerzas Armadas. Luis Gonzalo, se ha visto sometido a coacciones por parte de su mando superior, acoso laboral «mobbing», cambio de funciones a una categoría inferior, prohibiciones absurdas como no poder acceder a recintos, insultos y difamaciones y todo un sin fín de amargas experiencias, que incluyen represalias sobre sus mejores compañeros de servicio. Dado que como militar, se le niega el derecho a la libre expresión, ha optado por escribir un libro en forma de ficción figurada, en la que narra los hechos de los que ha sido testigo. «Un paso al frente», ha levantado ampollas en el estamento militar español.
Estas personas, que muestran con su ejemplo una integridad y coherencia con su conciencia que ya quisieramos muchos, merecen todo nuestro respaldo, apoyo y «abrigo», si quienes deberían de garantizar su defensa, no lo hacen.
Más detalles sobre este caso en el enlace:
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MANIFIESTO-DESPOLITIZACIÓN-Y-LA-INDEPENDENCIA-JUDICIAL
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