Una enorme expectación está suscitando el llamado proyecto Lazarus, para la recuperación de especies ya extintas.
Liderado por el científico australiano Michael Archer, la iniciativa ha suscitado una gran controversia entre partidarios y detractores de las des-extinciones. Para empezar han logrado recuperar a la rana de incubación gástrica, extinguida en 1983 y ya están trabajando con riguroso secretísmo en la recuperación del Tigre de Tasmania, extinguido en la década de 1930.
Los avances en el campo de la tecnología molecular y la genética han sido espectaculares en la última década hasta el punto de que ya se están planteándo en Rusia, recuperar los Mamuts, que habitaron Siberia y fueron extinguiendose después de la última glaciación, hace unos diez mil años atrás. El interés por la recuperación de la rana incubadora gástrica, viene dado por la curiosa y extraordinaria forma de incubar los huevos de esta rana, dentro de su propio estómago. Las hembras expúlsan un conglomerado de huevos para que el macho los fecunde y una vez fecundados, se los traga la hembra, incubándolos en su propio estómago. Una hormona presente en los huevos incubados inhíben la producción de ácido en el estómago de la rana. Al cabo de unas pocas semanas, las ranitas ya formadas, salen de la boca de su madre, sanas y salvas. Esto si que es protección maternal!.

A raíz de estas posibilidades, existe una gran preocupación por no desatender a las especies que están en peligro de extinción, porque sería absurdo plantearse la recuperación de especies extinguidas y olvidarse de las que están actualmente al borde de la extinción.
La idea de recuperar ciertas especies emblemáticas que desaparecieron por los cambios drásticos que el desarrollo humano impuso en los ecosistemas en los que vivían, no deja de tener una inmensa fuerza en nuestro subconsciente, ya sea por el deseo de reparar el daño causado, o por la nostálgia que nos produce el pensar que perdimos una diversidad biológica única. El tema, me parece fascinante y creo que deberíamos de intentarlo con el Tigre de Tasmania.